Las construcciones metálicas en Zaragoza permiten un nivel bajo de ruido, así como pocos escombros. Además, su fabricación es en el taller o en un almacén de acero, donde guardarán dichas piezas. Es una forma de evitar que expulsen sustancias contaminantes al medio ambiente.

Normalmente, el montaje de estos objetos suele ser bastante rápido. Las construcciones metálicas en Zaragoza tienen la ventaja de que se hacen en menos tiempo que las estructuras de hormigón. También hay una reducción en los costes y tienen gran flexibilidad debido al número limitado de los soportes.

El uso del hierro en la construcción se remonta a la época de la antigua Grecia. Después evolucionó hacia las naves laterales de las catedrales y, con la revolución industrial, se inicia un periodo de fabricación más asiduo. En 1706, en Inglaterra, las columnas de fundición de hierro se utilizan para el montaje de la Cámara de los Comunes.

En el siglo XIX, será cuando la construcción se convierta en arte. Durante la Exposición Universal de 1851 de Londres se realiza el Palacio de Cristal de Joseph Paxton. Mediante prefabricados armados y desarmados, se produce la novedad de relacionar la decoración con la técnica. El vidrio dominará la fachada.

Durante la exposición de París de 1889, se presenta la Galerie des Machine, con una estructura ligera que permite alcanzar gran iluminación y transparencias nunca vistas hasta entonces.

Entrado el siglo XX, será la famosa Torre Eiffel la novedad y el nuevo prototipo de arquitectura hecha con hierro.

Con la aparición de este tipo de edificios nacen las primeras construcciones con hormigón armado. Aunque todo este tipo de estructuras requerirán una cimentación hecha, habitualmente, de hormigón.

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